Sangre bajo la luna es
uno de los bolsilibros que Lem Ryan escribió para Bruguera, dentro
de su colección Selección Terror, y que para muchos es una de sus
mejores obras. En mi caso particular, fue uno de los primeros que leí
y puedo decir que, si bien me enganché a los bolsilibros por Curtis
Garland, comencé a escribirlos por culpa de Lem Ryan. Éste en
particular es fruto de la época en la que fue escrito, en 1986, justo cuando la cresta de la ola de los bolsilibros llevaba ya tiempo
decayendo para acabar estrellándose contra la costa
para desaparecer por... ¿siempre?
Nos encontramos a Daniel
Roerich, un detective privado de novela de Chandler o Hammet, al que
apasionan dos cosas: el whisky escocés y los mitos de Chthulhu. Con
estas referencias, la novela ya es de por sí interesante, pero
además nos encontraremos una sucesión de sangrientos crímenes que
Roerich deberá investigar por encargo de un hombre rico e
influyente. A medida que avanza la trama, descubriremos los
entresijos de una oculta banda de licántropos que pondrá a prueba
la cordura del detective.
Asistiremos a una muy
bien hilada historia de suspense y terror, por las calles de la Nueva
York de los años 80, en la que casi puedes sentir el calor del
aliento del hombre lobo en tu nuca erizada. Para aquellos que tengan
la suerte de encontrar un ejemplar, mi consejo es que no lo dejen
escapar, porque sin duda es uno de los mejores en su especie. Lástima
que la desaparición de los bolsilibros, unido a la política
editorial de Bruguera, que prohibía utilizar el mismo personaje en
más de una historia a modo de sagas (salvo raras excepciones) nos
privaran de poder disfrutar más historias de este antiheroico y
falible detective.
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