miércoles, 22 de agosto de 2018

Lord Tyger: El Tarzán Ultimate de Philip José Farmer

El legado literario de Philip José Farmer es ampliamente conocido por el gran público, especialmente toda su producción relacionada con la ciencia ficción. Menos conocida por estos lares es su vertiente de mitógrafo creativo, con sus ensayos sobre Tarzán y Doc Savage, dos míticos personajes de la era pulp que tanto admiraba el autor. En este blog ya hablamos sobre su sorprendente A feast unknown, en la que se nos mostraban unos descarnados trasuntos de Tarzán y Doc Savage que se enfrentaban en una desenfrenada historia llena de sexo crudo, violencia y taras mentales. 
Más tarde, el genial escritor llegó a realizar versiones más cercanas al original de ambos, incluso contribuyendo con una novela de Tarzán al canon burroughsiano de forma oficial, reconocido por los sucesores del creador original. Paralelamente, Farmer desarrolló un universo propio que se conoce como Mundo Newton, en el que conviven personajes de la novela popular de principios de siglo XX e incluso anteriores, en una brillante saga que permanece inédita en castellano. También encontramos la serie Grand Master, en la que se encuadra el título que hoy nos ocupa: Lord Tyger. Esta sí que tuvo una edición en España, concretamente a cargo de Ediciones Júcar en 1990 (gracias a Alberto López Aroca por el apunte), que está descatalogada pero aún se puede encontrar de segunda mano. Abajo tenéis el enlace para adquirir la versión en inglés de Titan Books:
Se trata de una novela publicada originalmente por Double Day en 1970 y en ella Farmer se ocupa de deconstruir el mundo tarzánido de Edgar Rice Burroughs, ofreciéndonos algo así como la versión Ultimate del héroe, tratando de conferirle un realismo y verosimilitud que resultan, cuanto menos, muy interesantes. A continuación pasamos a repasar el contenido de la obra, pero hay que advertir que la reseña contiene spoilers en su parte final, por lo que señalaré el punto a partir del cual cada uno pueda decidir si quiere leerlos o no. 

El joven, adolescente,Tyger Ras ha vivido en la selva hasta donde alcanza su memoria. Criado por lo que parecen ser dos simios que hablan, su único contacto con seres humanos tiene lugar con los nativos de una tribu local. Para ellos, el joven Ras es un fantasma blanco y por ello le temen. A escondidas de sus padres, Ras se las ingenia para tener contacto con chicos y chicas de la aldea, con quienes tendrá frecuentes encuentros sexuales de todo tipo, siempre en el mayor de los secretos. Debido a que los varones de la tribu sufren una mutilación ritual de sus genitales antes de alcanzar la pubertad, estos no son capaces de alcanzar una erección completa y por lo tanto sus mujeres permanecen insatisfechas. Ras aprovechará esta circunstancia, unida al descomunal tamaño de su pene y su insaciable apetito sexual para yacer con todas las mujeres de la aldea, ganándose así el odio eterno de la totalidad de los hombres. La historia no escatima detalles bastante explícitos, incluyendo las primeras experiencias sexuales de Ras con primates.
Los padres adoptivos de Ras (a quien han dicho que él es hijo de una deidad) lo castigan con frecuencia por este tipo de conducta y tratan de guiarlo por el camino que consideran correcto, o como se dice en la obra, como está escrito
Ras es capaz de hablar inglés y algún dialecto local, gracias a las enseñanzas de su padre adoptivo y sus frecuentes visitas a una cabaña que contiene libros con dibujos. Conforme Ras va creciendo, empieza a sospechar que algo importante se le está ocultando, pues empieza a ver unos pájaros metálicos que vuelan sin mover las alas y con gran ruido. 
¡A partir de ahora, el texto contiene spoilers!

Poco a poco, Ras verá cómo su mundo se tambalea desde la aparición de una mujer blanca que cae accidentalmente en paracaídas y de la que se enamorará a su tosca manera. Ella acaba de enviudar y pasará gran parte de la aventura evitando el acoso sexual de Ras, aunque finalmente este acabará consiguiendo lo que quiere de la manera más enfermiza que se me pueda ocurrir. Tras matar un cocodrilo, Ras extrae el corazón del animal, aún latiendo, lo parte por la mitad y con él viola a su compañera, que sintiendo cómo el órgano aún late dentro de ella, finalmente se rinde a las exigencias de Ras y tiene un orgasmo por segunda vez en su vida (la primera había sido mientras estaba drogada por la marihuana, años atrás). A partir de ahí, ella se enamora de él y entendemos que hoy en día sería bastante improbable que una editorial corriente pudiera publicar la obra. 
Poco a poco irá descubriendo, entre aventuras que consiguen con gran eficacia mantener la atención del lector, que todo se debe al experimento de un excéntrico y demente millonario, Boygur, que intentaba recrear la historia de su admirado Burroughs en la vida real. Para ello compró una parcela de selva virgen y la pobló con leones (que solo viven en sabanas o desiertos), leopardos especialmente entrenados para atacar humanos y otros elementos para asemejarse al mundo de Tarzán. Para asegurarse de que nadie entraba o salía del territorio, Boygur tenía dos helicópteros (los pájaros metálicos que veía Ras) patrullando la zona. Los padres de Ras eran en realidad una pareja de enanos que decían ser monos y le habían enseñado su versión sesgada del inglés, con marcado acento africano. La cabaña estaba puesta a propósito, pero Ras nunca aprendió a leer por sí solo porque le llamaban más la atención los dibujos que las letras. 
Por si esto fuera poco, Ras se entera de que antes de él hubo otros dos intentos. El primero de ellos, su hermano mayor, murió de enfermedad al poco de ser abandonado con una gorila cuya cría había sido matada por Boygur. El segundo, también hermano de Ras, pudo sobrevivir en circunstancias parecidas, aunque el hecho de no haber desarrollado el lenguaje en los primeros años de vida, habiéndose criado por primates, lo convirtió en un deficiente mental. Apenas era capaz de decir cuatro o cinco palabras, después de que el propio Ras lo encontrase y tratara de relacionarse con él.
Todo se resuelve en un final muy bien elaborado, tras el que Ras, acompañado de su flamante esposa, va a conocer la civilización. Sin embargo, hasta esto es distinto de la versión clásica del personaje, pues al final de la novela vemos que las intenciones de Ras son las de convertirse en un depredador sexual de primera categoría, justo como había sido toda su vida al ser criado en un entorno salvaje y sin inhibiciones o tabúes. 
Sin duda se trata de una novela diferente, muy alejada del estereotipo de Tarzán. pero perfectamente complementaria a la saga original y que ningún fan de la misma debería pasar por alto.

Otra muestra de la deconstrucción de un personaje clásico del pulp se puede encontrar en esta obra, en la que Rocky Atlas (una versión muy loca de Doc Savage ambientada en los años 80) vive junto a sus ayudantes (que tampoco tienen desperdicio) increíbles aventuras en la Tierra Salvaje y una Isla de la Muerte para abortar los malvados planes del Doctor Satán. Aunque no se trata de una obra humorística o autoparódica, es inevitable sonreír por la ironía de algunas escenas y conceptos que en ella podemos encontrar.


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